Para dar gracias a Dios por estos años de ministerio, se organizaron cultos unidos con las Comunidades urbanas, rurales e invitados especiales, en donde la unión de hermanos y hermanas pusieran de manifiesto el compromiso con los marginados de nuestro país.
En San José el culto se realizó en La Carpio con la participaron de las comunidades de Alajuelita y San Sebastián, mientras que la Comunidad de Puriscal recibió la Congregación de Quitirrisí.
La iglesia de la Carpio esperaba sus invitados revestida con nuevos colores, gracias a la colaboración voluntaria del Grupo multi-generacional de la Iglesia de Fe de Minnesota, quienes en el mes de agosto nos visitaron y colaboraron con la pintura del salón principal.
“Es muy bueno estar con ustedes nuevamente y es una bendición ver la belleza de la Iglesia” Obispo Leonard Bolick.
Este acto litúrgico de Aniversario tuvo también la presencia de los Obispos Leonard Bolick de Carolina del Norte, El Obispo Melvin Jiménez de la Iglesia Luterana Costarricense, el nuevo grupo de voluntarios de Alemania, los jóvenes del Programa de Intercambio Agentes de Justicia y estudiantes de la Universidad Bíblica Latinoamericana (UBL).
“Y así, siendo muchos y muchas formamos un solo cuerpo, porque todos y todas compartimos el mismo pan”.
El culto fue dirigido por el pastor local Justo Espinoza, quién dio la bienvenida a los feligreses y a la procesión de entrada encabezada por la Pastora Katarina Hedqvist, el Pastor Roberto Hurtado, la Sra: Edna Campos, el Obispo Leonard Bolick y el Obispo Melvin Jiménez.
La Iglesia Luterana Costarricense recibió las felicitaciones y bendiciones de parte de Obispos, pastores e invitados, quienes aprovecharon la Invocación para encender una luz en el nombre de Dios y así iluminar el camino de inclusión y acompañamiento que la ILCO realiza en su trabajo cotidiano.
El Obispo Melvin Jiménez llevó a cabo una oración por el Grupo de intercambio Agentes de Justicia, quienes próximamente estarán viajando a Suecia en representación de los jóvenes de la ILCO y Costa Rica.
La lectura del Santo Evangelio estuvo dirigida a motivar la participación de los invitados, quienes ante la pregunta;
Quién dice la gente que es el Hijo del hombre? Tendrían la oportunidad de compartir su experiencia y testimonios:
“Estoy hoy aquí y es donde he encontrado hermandad y no discriminación. Somos hermanos de verdad y corazón”
El Obispo Bolick también compartió su respuesta:
“Gracias por compartir esos testimonios y según Lutero debemos ser Cristo el uno al otro”
La Comunión tuvo la participación de las jóvenes del Grupo Guardabarranco María y Claudia, quienes con una danza típica de Nicaragua trajeron el Pan y el Vino al altar, para luego finalizar este Culto Unido con un saludo de Paz y la bendición final.