Participación de la ILCO en la Liturgia de Conmemoración de los mártires celebrada en la Iglesia luterana la Resurrección en San Salvador. Con la presencia del Arzobispo Luterano de Finlandia.
En el marco del diplomado en psicotraumatología impartido por Stiftung Wings of Hope en El Salvador, Costa Rica participó en esta conmemoración junto a Tapio Luoma, Arzobispo de Finlandia.
El Rev. Julio Melara y la hermana Gerti Melara fueron parte del ensamble musical durante la misa. El Coordinador de DECOFE Rev. Erick Umaña conversó con el Arzobispo Luoma sobre la naturaleza del trabajo que realiza la Iglesia Luterana Costarricense.
La Iglesia de Finlandia es una iglesia nacional de tradición luterana a la cual pertenece más del 65% de su población. El luteranismo es la confesión religiosa más grande de los países nórdicos.
El obispo del Sínodo Luterano Salvadoreño Medardo Gómez habló sobre este acto de conmemoración de la vida y muerte de hombres y mujeres mártires: la madrugada del 16 de noviembre de 1989 seis sacerdotes jesuitas, y dos de sus colaboradoras, fueron vilmente asesinados por el Ejército en el Campus de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). También pretenden asesinar al Rev. Medardo Gómez, entre otros religiosos.
Un grupo armado asalta la iglesia la Resurrección repleta de personas refugiadas, y capturan a quince personas. A la vez secuestran la Cruz Subversiva del templo luterano. En una liturgia la comunidad de fe había escrito en dicha cruz los pecados contra la justicia social: violación de derechos humanos, bombardeos, calumnias contra la iglesia, asesinatos, desapariciones, discriminación de la mujer, ambición de poder, etcétera.
No estaba Medardo Gómez, pero se llevaron la cruz como prueba de material subversivo. Los militares trasladan a su base la cruz que señalaba sus pecados contra el pueblo, y contra el liderazgo solidario con las penas y esperanzas de la gente, por ejemplo los jesuitas de la UCA, entre otros. Más tarde esa cruz apresada es recuperada, y hoy se encuentra nuevamente en la iglesia señalando el pecado que la iglesia debe denunciar y enfrentar.
La Iglesia Luterana Costarricense tiene su propia cruz subversiva que nos recuerda que debemos ser una iglesia solidaria con el pueblo oprimido, acompañando sus luchas por la liberación y el buen vivir. Defensora de Derechos Humanos.
Ojalá la Divinidad continúe brindando a las iglesias de Centroamérica sabiduría y fuerza para denunciar la injusticia social y anunciar el Reino inclusivo y solidario de Jesús, el Cristo.